Apenas transcurridos unos días del anuncio de GTA 5, la mirada inquisidora planea sobre la saga más popular y polémica de todos los tiempos, Grand Theft Auto. La nueva secuela de Rockstar tendrá que lidiar, una vez más, con la mano dura de la censura.


Sinceramente, a nadie sorprende la noticia. Si hay un juego capaz de generar controversia, ese es GTA V. Una saga que pese a establecer récords millonarios de ventas, tiene que combatir siempre con la constante presión de la censura. En esta ocasión, es un abogado e influyente personaje público australiano, Greg Smith, quien presiona por conseguir la prohibición del título en su país, e inicia la primera de una más que probable oleada de críticas.
Hace tan sólo unos meses, un famoso diario británico acusaba directamente a la saga de Rockstar de provocar los disturbios de Londres. Hoy, con nuevo lanzamiento en el horizonte, la censura vuelve a planear sobre el mundo de los videojuegos. No es la primera ni la última vez que el sector es señalado con el dedo y acusado de influir negativamente sobre el público. Sin ir más lejos, la intención por parte del PSOE de incluir los videojuegos en el nuevo Plan Nacional sobre Drogas volvía mostrar el hipotético lado oscuro de nuestro entretenimiento favorito.



Es curioso como títulos capaces de alcanzar los 24 millones de unidades vendidas, como es el caso de GTA IV, pueden despertar al mismo tiempo la enemistad de buena parte de políticos, medios sensacionalistas y tertulianos. Está claro que GTA V tocará temas polémicos ligados al mundo de la mafia y el fenómeno ‘gansta’, pero también lo es que no deja de ser, como lo son las novelas o películas, un producto destinado al público adulto y, lo más importante de todo, pura imaginación y fantasía, por muchos aspectos que comparta con la realidad.

¿Crees que juegos como GTA V son una mala influencia para los gamers?