Por Matias R.
Ensoñaciones y nuevos puzles. La deuda de honor de Gabriel camino a la resurrección.
El primer contenido descargable del genial Lords of Shadow se ha hecho esperar, pero está ya por fin entre nosotros. Reverie, sin embargo, decepciona, y lo hace puesto que no cuenta con las grandes virtudes jugables del último Castlevania ni tampoco con sus asombrosos valores de producción.
Si por algo destacó Castlevania: Lords of Shadow era por ofrecer una enorme cantidad de contenidos a cambio de su precio, con una campaña larga, tremendamente divertida y variada y con unos valores de producción asombroso en música, doblaje, cinemáticas, etcétera.
Reverie, sin embargo, es todo lo contrario. Los detalles visuales son fantásticos, aunque el acabado de las secuencias cinemáticas es netamente inferior por puro inexistente. No obstante su duración es el mayor de los problemas que trae consigo este primer DLC para el genial juego de Mercury Steam: Algo más de una hora a cambio de 9,99 dólares u 800 Microsoft Points quizá sea una relación calidad-precio algo escasa. ¿Entre lo positivo? Nuevas mecánicas jugables y, especialmente, la sorprendente presencia de Laura como personaje jugable en una incorporación breve pero agradecida.
En Reverie deberemos pagar nuestra deuda de honor con Laura, la niña vampira que nos perdonó la vida durante nuestro primer viaje.
En Reverie volveremos a encarnar a Gabriel, en esta ocasión en su regreso al castillo donde dábamos con Carmilla, y donde trataremos ahora de superar una nueva Quest que en esta ocasión pivotará alrededor de Laura. Ella nos explicará que los acontecimientos que dieron conclusión a Lords of Shadow, y que por supuesto no describiremos para evitar spoilers, han causado un mal aún mayor.
A nivel argumental el DLC no ofrece gran cosa. El primer contenido descargable del último Castlevania es una suerte de enlace entre la campaña individual de éste y el segundo add-on ya anunciado: Resurrection. El final de la expansión deja todo en el aire, y la exposición narrativa en base a imágenes al más puro estilo cómic no acaba de brillar ni por lo que se nos cuenta ni por la forma de mostrarse en pantalla.
Así pues Laura y Gabriel unirán fuerzas en una aventura netamente orientada hacia los puzles y rompecabezas, algo que reduce de forma drástica la presencia de los espectaculares combates del juego original. Al comienzo lucharemos contra una horda de enemigos con la ayuda de Laura, aunque no pasaremos mucho tiempo antes de empezar a estar explorando áreas y resolviendo puzles en mayor medida que en el primer título.
El mayor problema es que la mecánica de alternar un tipo de jugabilidad más sesuda contra las luchas contra enemigos ya vistos una y mil veces en Lords of Shadow, no acaba de ser ni mucho menos tan satisfactoria como en el propio juego. Las mejores partes de las luchas, de hecho, vienen de la mano de los momentos en los que nos ponemos en el pellejo de Laura, y es que con Gabriel y su entero abanico de movimientos y ataques ya desbloqueados las escenas de acción no pasan de lo meramente rutinario. Con ella, por el contrario, todo es diferente y es que su capacidad para convertirse en una suerte de neblina, la imposibilidad de cubrirse y su manera de recuperar salud atacando, unido a su limitado número de acciones especiales, hacen que debamos plantearnos todo enfrentamiento con enemigos en su rol de una manera completamente diferente.
Por lo que respecta a los puzles a resolver, éstos transmiten la misma sensación de no estar aprovechados al 100% que las propias luchas. La mayoría de los rompecabezas nos obligan a situar objetos en la posición correcta, ya sean elementos del escenario como figuras u otros de mecanismos complejos como plataformas. Todos ellos se alternan con secciones de destreza que ayudan a potenciar unas pruebas de habilidad más presentes en su relación de proporción en esta ocasión.
En poco más de una hora podremos superar los diferentes retos que componen los tres niveles en los que se divide este Reverie. El mayor hándicap es que, sin ser en absoluto un mal DLC, la sensación que transmite es la de ser un producto tremendamente inferior a Lords of Shadow: Tanto en la diversión que transmite como en el acabado general del juego.
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